viernes, 28 de diciembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPÍTULO 12


«Narra Ana»
Me di la vuelta lentamente, y Louis hizo lo mismo a mi lado. Mis ojos se cruzaron con los de Harry, que estaba parado allí, sin saber qué hacer.
Traté de tranquilizarlo con la mirada.
-¿Por qué lo has hecho? -Me preguntó.
-Odio que se metan con mis amigos. -Le susurré.
Miré por encima de su hombro, Robert, el jefe de estudios me miraba enfadado. Tragué saliva, solo esperaba que los castigos no fueran muy duros aquí.
-Estarás dos semanas limpiando las ventanas y los pasillos, por la noche. Sola. -dijo.
Asentí y agaché la cabeza.
-No es solo su culpa. -Intervino Louis. -Yo también he participado. -Mintió.
-Entonces usted también está castigado. -Añadió Robert. -¿Alguien más?
Harry hizo el amago de hablar, pero le 
Interrumpí antes de que lo hiciera.
Pensé en decirle a Robert que Louis no tenía nada que ver, que la pelea la había empezado esa estúpida de Maggie, pero me había visto volcar el tomate en su pelo, y a ella salir corriendo. Era su palabra contra la mía, y naturalmente, nadie se pondría de mi parte. Y bueno, Louis no me dejaría quitarle las culpas que se había echado a sí mismo.
-No, nadie más. -dije.
-Está bien, acompañadme los dos a mi despacho, os voy a poner una amonestación.
Louis y yo le seguimos en silencio. Nos anotó en un cuaderno bastante viejo y usado, y después rellenó dos folios sueltos.
-Quiero que los traigáis firmados por vuestros padres. -Nos dijo entregándonos los folios.
Me quedé afligida mirando mi parte, no sé qué dirían mis padres. Me acordé de que estaban en España, y pensé que podía salvarles de la decepción de que su hija, la que nunca se había comportado mal, tuviera un parte y un castigo la primera semana.
-Tengo un problema. -le dije a Robert. -Mis padres están en España.
El jefe de estudios no dijo nada, solo buscó entre las fichas de los alumnos y sacó la mía.
-Tienes razón -dijo mientras leía mi ficha.
Un rayo de esperanza se encendió, quizá mis padres no tendrían por qué enterarse.
-Pero tranquila, les enviaré el parte por fax. -Me dedicó una sonrisa torcida.- Ah, el castigo empieza hoy a la noche, podéis salir.

Louis me abrió la puerta y me dejó pasar. Se apresuró a cerrar y caminó a mi lado, dándome la mano.
-Maldita tecnología y malditos faxes. -dije
Louis se rió.
-Al menos estamos juntos. -dijo sonriendo. 
Louis dijo algo mas, pero no le oí porque justo en ese momento, sonó el timbre del fin del almuerzo y todo el mundo se arremolino en el pasillo, esperando a entrar a clase. Louis y yo pasamos como pudimos, y corrimos a nuestra aula, entramos justo un instante antes que la maestra. Nos sentamos en nuestros sitios y entonces nos dimos cuenta, bueno, Louis se dio cuenta de que yo llevaba la camiseta manchada de tomate seco. Se quitó su chaqueta de chándal y me la ofreció. Me la puse y le di las gracias.
Me reí para mis adentros cuando pensé en que Maggie, debía estar en clase, con el pelo manchado.

Louis jugueteaba con mi mano sin atender a la maestra. En realidad nadie en la clase lo hacía, era una de esas clases pesadas en las que la aguja parece andar hacia atrás en lugar de hacia delante. Lisa me pasó una nota por encima de la mesa.
"¿Que os han dicho?" -ponía escrito a boli rojo.
Cogí mi boli azul del estuche para diferenciar mi mensaje del suyo y le contesté.
"Nos han castigado dos semanas y nos han puesto un parte"
Doblé la nota y la tiré hacia delante, cayó sobre la mesa de Lisa, que la abrió, la leyó y me hizo un gesto con la mano que significaba: "Luego hablamos".

Me pasé las tres últimas horas prestando total atención al maestro, ya que no quería mas amonestaciones por falta de atención. Cuando por fin sonó el timbre de las 15:00 todo el mundo se levantó a toda prisa menos Louis, que estiró los brazos a mi lado para desperezarse, y yo aproveché para colarme entre ellos y abrazarle. Me dio un beso en la frente y salimos juntos de la clase.
Al atravesar el patio para ir a la residencia, vimos a Maggie, se había puesto un gorro de lana en la cabeza para ocultar el tomate a pesar de que era Septiembre y no hacía mucho frío.
Louis y yo reímos.
Cuando llegamos a la residencia, Louis se despidió de mi y se fue a su habitación, ya que yo le había dicho que tenía que estudiar para mantener la nota y no me quitaran la beca.
Toqué en la puerta y Lisa me abrió, estaba estudiando sola.
-¿Y Ally? -le pregunté.
-Ha salido con un chico, el caso es que no me he querido decir quién. Quiere que sea un secreto.
Alcé las cejas y puse los ojos en blanco.
-No será secreto por mucho tiempo.
Lisa soltó una carcajada.
-¿Vas a obligarla a hablar? -preguntó.
-Oh sí que lo haré. -dije asintiendo lentamente con la cabeza.
Tiré mi cartera encima de mi litera, me subí a ella y me eché para repasar todas las asignaturas que habíamos dado.
Al cabo del rato me aburrí de estudiar, avisé a Lisa que estaba tumbada en su cama y cogimos mi teléfono móvil, y llamamos a Allyson, que estaba en su cita misteriosa.

«Conversación telefónica»
-¿Si, digame? -dijo nada mas descolgar.
Puse el móvil en altavoz para que Lisa también oyera.
-Hola Ally, ¿dónde estás? -pregunté.
Allyson se puso nerviosa, estaba en algún lugar con mucha gente, ya que podía ir el ruido de las conversaciones a su alrededor a través del móvil.
-Eh.. ahora no puedo hablar Ana, ¿te llamo luego va? -dijo intentando deshacerse de mi.
-¿Con quién hablas? -preguntó la voz de un chico, con todo el ruido que tenían alrededor no la pude reconocer. Allyson le siseó para que se callará.
-Eh, bueno, hasta luego Ana. -me dijo, y seguidamente me colgó el teléfono.
[...]

«Narra Louis»
-Hasta esta noche, preciosa. -dije abrazando a Ana y dándole un beso corto en los labios.
-Venga, hasta luego. -Me contestó sonriendo y devolviéndome el beso.
Subí por las escaleras a la habitación que compartía con Harry. Este estaba dentro tumbado en su litera superior.
-¿Que os han dicho? -me preguntó cuando me vio entrar.
-Castigados fregando por las noches. -Le contesté tirándome sobre mi cama. -Y un parte a cada uno.
Harry se quedó callado un rato, después asomo la cabeza por el borde de su litera y me miro.
-¿Castigados juntos?. 
Su voz estaba cargada de veneno. Asentí con la cabeza mirándole fijamente.
Harry suspiró. -Genial, juntos. -dijo sarcásticamente. -Que os lo paséis bien.

Yo sabía que Harry andaba resentido conmigo por lo de Ana. En un principio pensé en apartarme de ellos y dejar que fueran felices juntos, pero sabía de sobra como era Harry, y sabía que tarde o temprano le haría daño. Y decidí ser egoísta y quedarme con la chica de mis sueños. Me quedé mirando a la litera superior dónde estaba echado Harry. Añoraba los buenos momentos con él, habíamos sido amigos por años, y todo se había echado a perder. Tanto él como yo habíamos tenido la culpa, él por mujeriego y orgulloso, y yo por intentar ser feliz con la persona que quiero.
Cerré los ojos y visualicé ese maravilloso día en King Cross, dónde empezó mi historia con Ana, mis peleas con Harry. Sonreí para mis adentros, por una parte agradecía que todo hubiera pasado.

viernes, 21 de diciembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPÍTULO 11


El resto de la semana pasó sin ningún problema, Maggie no se nos había vuelto a acercar y parecía que su obsesión por Harry había disminuido. Lisa había pedido que la trasladasen a nuestra habitación, y le colocaron una tercera cama frente a nuestras literas. Al fin era viernes, Louis lo tenía preparado para ir a jugar al paintball al día siguiente. Era la única cosa de la que habíamos hablado durante la semana, ninguno de los ocho habíamos ido nunca. 

Todos los chicos nos sentamos juntos en la que habíamos bautizado como "nuestra mesa oficial". Estaba situada en la pared izquierda, junto a una ventana. En la mesa de al lado se sentaban Tyler, Daniel, Jess y Mike de mi clase y otros dos chicos mas a los que no conocía, y en la del otro lado se sentaban un grupo de chicos de 1 de ESO muy ruidosos, pero graciosos también, con los que bromeábamos desde nuestra mesa. 

Tragué la última patata del almuerzo, me despedí de los chicos y les dije que me iba a mi habitación a dejar los libros de las asignaturas que ya había dado. Tiré las sobras de mi bandeja a la basura, y la deje en la pila con las bandejas y cubiertos del resto de los alumnos. 
Atravesé el patio que separaba la residencia, de la cafetería y de la escuela. Llegué a mi habitación y rebusqué en mi bolsillo la llave de la puerta, lo encontré vacio. Metí la mano en el otro, solo estaba el móvil.
-"Genial, ya me la he dejado dentro". -Me dije para mis adentros. 
Volví sobre mis pasos para pedir a Ally la suya. Bajé los escalones corriendo, vi que alguien subía, pero era demasiado tarde, ya había saltado los últimos escalones como solía hacer. Caí encima del chico, empujándonos a los dos al suelo.
-A ver si miras antes de saltar, Ana. -dijo.
Me reí. Me había chocado con Harry, que se estaba sacudiendo los pantalones y peinándose el pelo.
-Lo siento Hazza. -dije. -¿Adonde ibas?
-A tu habitación. Ya he acabado de comer, y eres la única persona con la que me apetece estar. -me sonrió -¿Donde ibas tú?
Le sonreí a Harry, era bonito que me dijera eso. 
-Iba a pedirle a Ally las llaves, me he olvidado las mías dentro. 
-Eres torpecilla, eh Evans.
-Habló el mas habilidoso de toda Londres. -contesté riéndome.
Harry me sonrió formando esos hoyuelos tan cuquis que aparecían cuando me sonreía. 
Me agarré de su brazo y comenzamos a caminar hasta que llegamos a la puerta del patio. No pudimos seguir mas, ya que Maggie, la chica que estaba por Harry, se puso en la puerta. Nos puso cara de asco cuando vio que cogía a Harry del brazo.
Pero dibujó una sonrisa falsa, y dijo:
-¿Ya va la parejita a dar un paseo juntos? 

«Narra Harry»
Maggie se echó el pelo hacia atrás con un movimiento de cabeza, y alzo las cejas como exigiendo una respuesta a su pregunta.
Desearía poder gritarle que sí, que íbamos a dar un paseo y que estábamos juntos, pero no podía, si miento ahora, tendré que arrastrar la mentira hasta terminar el instituto, y no puedo, porque arrastraría a Ana conmigo, y le haría daño. Ella quiere a Louis. 
-¿Pareja? -respondí a Maggie. -Ella y yo solo somos buenos amigos.
En el rostro de Maggie se dibujó una sonrisa cortante. Ella volvía a ser la cazadora y yo la presa.
-Ah. -empezó a decir.
Sin soltar a Ana de la mano y sin dar tiempo a Maggie de acabar, salí por la puerta del patio y aceleré a la cafetería. Noté que Maggie corría detrás nuestra por el ruido que hacían sus mini-tacones al corretear.
Nos siguió hasta la mesa en que estaban los demás chicos. 
Ana fue a donde Ally para pedirle las llaves.
Maggie me tocó en el hombro y carraspeo para llamar mi atención.
Me volví para escucharla, no tenía otro remedio. 
-Y Harry...¿Te has pensado lo de salir conmigo?
Suspiré y me pasé una mano por el pelo para ponerlo bien.
-Mira Maggie, creo que te lo dejé claro el año pasado. No, no voy a salir contigo. No me gustas tú, me... Me gusta otra chica.

Odio. Definitivamente era odio lo que desprendía la mirada de Maggie. Se acercó a la mesa y cogió un puñado de espaguetis con tomate del plato de Niall, que la miró entre disgustado y enfadado, y me dio con él en la camiseta. Todo el comedor se volvió para mirar. 
-Eso por decir que no te gusto. -dijo Maggie bastante histérica.
Me quedé sin saber qué hacer, obviamente no voy a tirarle comida porque lo empeoraría, así que me quede allí paralizado.
-¿Pero tú eres tonta? -gritó Ana, que avanzaba detrás mía. Se colocó entre Maggie y yo. Louis también se levantó y se situó junto a Ana, cogiéndola de la cintura, preparado para defenderla si hiciera falta. -No es de extrañar que no le gustes a Harry, eres una histérica.-terminó de decir.
En respuesta, Maggie le tiró el resto de los espaguetis que le quedaban. 
-Y eso, -dijo. -Eso por dejarme la palabra en la boca el otro día.
Ana empezó a reírse. De Maggie. Era la primera persona que se atrevía a hacerlo. Se agachó al lado de Niall, y le susurró algo al oído, luego cogió el cartón de tomate de sus espaguetis, se acercó a Maggie y se lo derramó sobre el pelo.
-Y eso, por manchar mi camiseta nueva.
Maggie soltó un grito, y por un momento pensé que se iba a armar una pelea de comida, pero no, lo único que hizo fue sonreír maliciosamente, y salir corriendo del comedor, haciendo como la que lloraba.
Un segundo después de que Maggie hubiera desaparecido por la puerta, un carraspeo grave, nos hizo ponernos en tensión.

sábado, 8 de diciembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPITULO 10


El timbre del cambio de clase me resonaba en los oídos, me levanté deprisa, y Louis hizo lo mismo después de mí. Una hora antes nos habíamos peleando por pillar sitios todos juntos.
Las mesas estaban colocadas de dos en dos, así que Louis se sentó a mi lado en la fila de mesas junto a la pared y a tres mesas de distancia del maestro, Allyson se había sentado con una tal Lisa, en las dos mesas de delante de nosotros y Niall se las había apañado para convencer a nuestro tutor de que le dejara juntar una mesa al lado de la de Allyson.
Dejé a Louis hablando con Niall de sus cosas y salí al pasillo a tomar el aire. 
Vi a Harry que venía corriendo por el pasillo, y se paró justo en frente de mi.
-Buenas, Hazza. -le dije sonriendo.
-Buenos días, preciosa. -Me contestó.
Tenía el pelo alborotado y las chapetas coloradas, estaba muy mono. Le pasé la mano por el pelo para peinárselo un poco.
-Estás muy guapo después de hacer gimnasia. -Le dije.
Me sonrió con esa perfecta sonrisa suya y se acercó a mi oído.
-Yo soy guapo siempre. -Me susurró, se apartó y me guiñó un ojo.
-Oh, por supuesto Hazza, olvidé tu perfección. -dramaticé de manera exagerada.
-Já, Já. -dijo. -¿Que tienes ahora?
-Griego, creo. ¿Tu?
Harry se mordió el labio, como hacía cada vez que pensaba.
-Economía. -dijo finalmente. -Me voy, mi maestro va por allí. -me dijo señalando a un señor calvo que venía desde la otra punta del pasillo, los observé entrar y luego entré yo también a mi clase. 
Louis estaba en mitad de una guerra de tizas con Niall, y otros tres chicos de la clase, Daniel, Jess y Tyler. Fui esquivando tizas y me senté en mi silla. Allyson y Lisa se dieron la vuelta para hablarme.
-¿Que tal tu primer día? -Me preguntó Ally.
-Bastante bien. -Contesté sonriendo.
-Mira, te presento a Lisa, acabo de conocerla. También es de España, ¿lo sabías?
Negué con la cabeza.
-Encantada. -dije inclinándome sobre la mesa para darle dos besos.
No me dio tiempo a hablar nada mas con ella, porque Louis llegó y se apoderó de toda mi atención.
Estuvo un rato hablándome, y me sentía culpable por no estar escuchándolo, pero es que es simplemente con mirarle a los ojos y perderme en ellos. Pareció darse cuenta de que le oía sin escuchar, y chasqueó los dedos en frente de mi cara para llamar mi atención.
-¿Te has enterado? -preguntó.
-Eh... No, ¿podrías repetirlo? -dije, y me mordí la lengua pretendiendo que quedara un gesto mono.
Louis puso los ojos en blanco y se rió.
-Que si te parece bien que este sábado vayamos a jugar al paintball. -repitió.
-¿Lo de la pintura?.
Louis asintió.
-¡Por supuesto! -dije emocionada. -Siempre he querido ir.
-Genial. -dijo Louis y se inclinó para darme un beso.
Yo alce la cabeza y cerré los ojos. Y allí estaba otra vez esa sensación de electricidad que me recorría todo el cuerpo. Me levanté un poco de la silla para acercarme más a Louis y este me sentó en sus rodillas sin dejar de besarme. Pasé los dedos por su pelo una y otra vez, hasta que unos golpes dados con el borrador en la pizarra hicieron que me separara. El maestro estaba allí de pie y mirándonos.
Se me subió la sangre a la cabeza en cuestión de segundos, haciendo que mi cara estuviera mas roja que un tomate. Me levanté de las rodillas de Louis y me senté en mi silla, con los codos apoyados en la mesa y las manos en las mejillas, para que no se me viera la cara. A mi lado, Louis se reía por lo bajito y me pasaba la mano por la pierna izquierda. 
Sonó el timbre de nuevo, esta vez para la hora del almuerzo. Niall, Lisa, Allyson, Louis y yo bajamos conjuntamente hasta el comedor, donde habíamos quedado con Harry, Liam y Zayn.
-¡Hola chicos! -saludé alegremente moviendo la mano.
-Hola, ¿Que tal tus primeras tres horas de clase? -Preguntó Zayn.
-Geniales. -dije. -Por cierto, os tengo que presentar a alguien. -añadí poniendo una mano sobre el hombro de Lisa. Todos los chicos me prestaron atención. Me dirigí a Lisa.
-Lisa, estos son Louis y Niall, ya les conoces de la clase. -dije. -Y estos son Liam, Harry y Zayn. -añadí señalándolos respectivamente. -Y finalmente, -dije volviéndome hacia los chicos. -Esta es Lisa.
Lisa y los chicos intercambiaron los respectivos saludos de dos besos y entramos a comer. Cuando llegó nuestro turno en la cola, cogimos la comida y nos dispusimos a buscar una mesa para los ocho. Mientras caminábamos por los pasillos, una chica rubia, y con la cara delgada llamó a Harry con una voz muy aguda. Harry la saludó sin entusiasmo, entonces la chica se levanto y corrió hacia Harry, que no tuvo más remedio que parar. 

«Narra Harry»
Avanzaba tras Ana y Louis en busca de una mesa, cuando una voz familiar me llamó.
-Haaarryyy. -Gritó con voz chillona. 
Maggie Storm, rubia y con el pelo lacio. Estaba por mí desde el año pasado.
La saludé con pocas ganas, y seguí adelante tras los chicos. 
Para ella no era suficiente, se levantó de su silla y corrió hacia mí. Los demás se apartaron unos pocos metros y se quedaron observando mientras me esperaban.
-¿Por qué no me has llamado este verano? -Me preguntó
-No he estado mucho por Londres. -Mentí. 
Me miró recelosa, como si desconfiara. Normal en ella, es de esas típicas chicas que se creen perfectas, que se encoñan por un chico y una vez que consigue que salgan con ella, los deja a las dos semanas. Siempre se comportan igual, y sé lo que viene ahora. La tanda de preguntas.
-¿Y dónde has estado? -Me preguntó.
Miré nervioso a los lados, no podía decir que he estado en Cheshire, me pillaría. Miré a los chicos pensativo, la vista se me fue directa a Ana, Louis le estaba susurrando algo al oído, y vi en ella la solución.
-He... He estado en España, en casa de una amiga. -Mentí de nuevo.


«Narra Ana»
-Eh vamos Louis, no te rías. -dijo Liam pegándole en el hombro a Louis. -Sabes que Maggie lleva casi un año detrás de Harry.
-Lo siento, lo siento. -Se disculpó Louis.- Es que todavía no me creo que Hazza no se haya librado de ella. 
Miré a Harry y a esa tal Maggie en silencio. 
-¿Por qué no vas y le salvas? -Zayn me zarandeó para que le prestara atención. 
-¿Que me habías dicho? -le pregunté.
-Que vayas allí y salves a Hazza de las manos de Maggie, cazadora de chicos.-dijo Zayn y nos reímos todos.
-¡Si, eso! -gritaron a coro todos los demás.
-Vale, vale. ¿Algún consejo? -les pregunté?
Louis se inclinó sobre mi oído y susurró:
-Si, cógele del brazo y pégate a él. Veras la cara que se le queda a Maggie.
Puse los ojos en blanco y avancé hacía Harry. Cuando estuve a su lado rodeé su brazo con los míos y tiré un poco de él. Sin mirar en ningún momento a Maggie dije:
-Vamos Hazza, te estamos esperando.
Maggie carraspeó para llamar mi atención y me dio varios toquecitos en la espalda. Me reí bajito sobre el hombro de Harry antes de darme la vuelta, la tos de Maggie era exactamente igual a la de la profesora Umbridge de Harry Potter.
-¿Tú debes de ser la española, cierto? -Me preguntó molesta.
-Sí, soy yo. -dije. -¿Por qué?
Harry se liberó de mi brazo y me paso el suyo por la cintura. Maggie nos miró con desprecio, seguramente no sabrá que estoy con Louis y que Harry solo es un buen amigo.
-Por nada, ¿Que tal tu verano con Harry? -Me preguntó.
Miré a Harry confusa, no entendía el por qué de esa pregunta. Harry me pellizco con la mano la cintura, para avisarme de que le siguiera la corriente.
-Oh, genial, nos lo hemos pasado muy bien. Creo que el año que viene repetiremos. -dije mostrándole a Maggie una sonrisa bien ancha. -Ahora si no te importa, nos vamos a comer. 
Nos dimos la vuelta, y volvimos caminando hacía los chicos.
-Wow, eso ha sido increíble. -dijo Louis sentándose en una mesa libre.
-¿El qué? -pregunté.
-¡Has dejado a Maggie Storm con la palabra en la boca! -dijo emocionado.
-Si, lo pagaras caro Ana. -me dijo Harry.- Y yo también.