viernes, 30 de noviembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPÍTULO 9

«FLASHBACK»
Louis se apartó de la pared y se colocó frente a mí, de manera que yo quede entre él y la pared. Louis se fue acercando cada vez más a mí, pasó uno de sus brazos por detrás de mi cintura, y el otro por detrás de mi cabeza. Yo por mi parte, puse mis brazos sobre sus hombros, acercándome cada vez más a él, y él mas a mí. Tenía sus labios a dos centímetros de los míos, sentía el aliento de Louis sobre el mío y entonces cerré los ojos y me besó.
Fue tierno, mientras me besaba me iba acariciando el filo de la cara con una de sus manos.
No sé si Louis tenía pensado parar en algún momento, pero el oficial sí que lo pensaba porque se acercó a nosotros y nos dio un toquecito en los hombros.
Nos separamos rápidamente. Yo supuse que tenía la cara roja como un tomate.
-Este no es sitio, caballero. -Le dijo a Louis. -Y usted, -Esta vez se refirió a mí. - Ya van dos veces hoy.
Se alejó de nosotros, satisfecho de sí mismo por habernos interrumpido y fastidiado tan claramente. Cuando estuvo a cierta distancia, Louis volvió a girarse hacía mí.
-Tengo que irme ya, he quedado con un amigo. -dijo.
-¿Ese amigo es Harry? -pregunté.
-Si -contesto con un deje de tristeza en su voz. -Y le gustas mucho, no me perdonaría si yo saliera contigo -me dijo.
Volvió a inclinar su cabeza con la mía y me dio otro beso, esta vez muy corto.
-Por lo que pudo haber sido, y no fue. -dijo apenado.
Tras decir esto se marchó corriendo de la estación, le seguí con la vista hasta que se perdió entre la muchedumbre de turistas que visitaba esta parte de Londres.
«FIN FLASHBACK»

-Por lo que pudo haber sido, y no fue. -Repetí las palabras que hacían eco en mi mente.
Louis suspiró y se sentó a mi lado. Notaba como las lágrimas se formaban en mis ojos, amenazando con derramarse en cualquier momento.
-Ha sido una tontería intentarlo. -Dijo Louis. -Yo sabía lo que Harry siente por ti, pero traté de ignorarlo. Soy un egoísta.
Las lagrimas empezaron a caerme de los ojos. Yo sabía lo que estaba tratando de decirme Louis, pero tenía que preguntarlo.
-Louis...¿Qué quieres decir con eso?
Louis me secó unas cuantas lágrimas antes de contestarme.
-Que no podemos estar juntos. -Dijo.
Sollocé y enterré mi cara en la camisa de Louis. No quería salir de allí jamás. Pasó un rato hasta que Louis habló de nuevo.
-Vamos, solo han sido dos semanas, y apenas nos hemos visto siete días. -Dijo tratando de consolarme.
-Siete días son suficientes para saber que te quiero. -Le dije entre sollozos.
Ambos nos quedamos así al menos diez minutos, yo abrazada a él llorando, y él con su cabeza sobre mi hombro.
-Por favor Louis, inténtalo de nuevo.-
Insistí.
Louis me apretó más fuerte.
Levanté mi cabeza para mirarle, también tenía lágrimas en los ojos.
-Por favor. -repetí.
Louis bajó su mirada y se quedó un largo rato mirando nuestras manos entrelazadas, cuando levantó la cabeza de nuevo algo en sus ojos había cambiado, y sin secarse las lágrimas se acercó más a mí y me besó. Después de un rato se incorporó, cogiéndome entre sus brazos. Hasta que sonriendo, me dejo levantarme de sus rodillas. El se levantó después de mi.
-¿Te parece si vamos con los chicos? -Me dijo tras darme un beso en la frente.
-¿Significa eso que vamos a intentarlo?-sonreí esperanzada.
En respuesta, Louis me dio un beso en los labios.
-¿Tu qué crees? -Me sonrió, mis ojos se llenaron de lagrimas, esta vez de felicidad. Louis se frotó las mangas de su chándal contra los ojos para secarse las lágrimas. Y yo hice lo mismo. Cuando retiré las manos Louis soltó una carcajada.
-Deberías mirarte al espejo, pareces un panda.
-¿Qué? -pregunté sorprendida.
En respuesta, Louis cogió un espejo que Zayn había dejado en la mesita de noche y me lo puso en frente de la cara. Me llevé las manos y la boca, y empecé a reírme. Al llorar, todo el rímel se me había caído abajo, formando un cerco negro en cada uno de mis ojos, y al darme con la mano para secar el ojo lo había extendido.
-Al menos eres un panda cariñoso. -Louis se rió de mi. -¿Me dejas sacarte una foto? -Dijo cogiendo su móvil del bolsillo.
-¡No! -grité y me abalancé sobre Louis para impedir que me sacara la foto. Acabamos tirados en el suelo, luchando por quitarnos el móvil. Louis se rindió.
-Voy a lavarme la cara a mi habitación, ahora vuelvo. -Le dije a Louis.
Fui corriendo y con la cabeza agachada todo el trayecto a mi habitación. Una vez allí, entré al pequeño cuarto de baño que tenían todas las habitaciones, me lavé la cara y volví a pintarme la raya del ojo.
Volví sobre mis pasos a la habitación de Louis y este me salió de ella rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Quieres un bocado? -Ne dijo mostrándome una zanahoria.
Me reí.
-Pequeñito. -dije. -Siguen sin gustarme.
Louis se rió, me cogió de la cintura y me dio un pequeño beso en la boca mientras andábamos.
Nos encontramos con los chicos en un parque cercano al internado. Allyson se había ido a visitar a su madre. Había olvidado que ella era de Londres. Pasamos un rato charlando mientras paseábamos por los jardines, yo iba cogida de la mano de Louis, y sorprendentemente era la primera vez que no íbamos corriendo. Sonreí en mi interior. Liam nos llevó hasta su heladería favorita y nos invitó a todos a helados.
-¿Habrá alguno de zanahoria? -preguntó Louis.
Todos nos reímos, instintivamente miré a Harry. Sabía lo que él sentía por mí y me preocupaba que sufriera al verme con Louis. Un poco de la presión de mi pecho desapareció cuando lo vi riéndose con los demás.

Nos pusimos en orden para pedir los helados, en el mostrador del puesto solo cabían tres, de manera que Liam, Zayn y Niall pidieron primero. Cuando dejaron el mostrador libre nos tocó el turno a mí, a Louis y a Harry, que se colocaron a ambos lados dejándome en medio.
-Yo quiero uno de estos. -dijo Harry señalando un helado de la tabla.
-Yo quiero otro igual. -le dije al heladero.
Giré la cabeza a mi derecha para mirar la reacción de Harry y me lo encontré con la vista fija en mi. Le sonreí y le pasé la mano por el brazo, de arriba a abajo, y apreté los dedos en torno a su mano un segundo, como si pudiera pasarle toda mi felicidad a través de ella. Le solté la mano y volvió a cogerla envolviéndola en la suya, dejándola atrapada hasta que el heladero volvió con nuestros helados.
-¿Cual quiere usted? -preguntó el heladero a Louis.
-Ese de ahí. -Dijo señalando a la tabla.
Harry y yo empezamos a reírnos por lo bajito.
-¿Qué pasa? -Nos preguntó Louis.
-Nada, nada. -Contestamos Harry y yo al mismo tiempo.
-Entonces, ¿De qué os reís?
-Louis, -empecé a decir. -¡Es de lacasitos!
Harry y yo estallamos en carcajadas mientras Louis nos miraba.
-Pues cuando me lo acabe, no os pienso dar ninguno. -dijo Louis haciéndose el enfadado.
El heladero le trajo el helado de lacasitos a Louis, lo vi contener la risa al dárselo, contuve la risa, no quería que se enfadara. Liam pagó y volvimos al parque a comernos los helados.
-Definitivamente son los helados más ricos que he probado nunca. -le dije a Liam.
Este abrió la boca para contestar algo, pero Louis le interrumpió.
-Mentira, el mejor es mi helado de zanahoria casero.
-¿Ah, pero es considerado comida? -Le contestó Harry de cachondeo.
Miré a Harry y sonreí para mis adentros, era la primera vez que se dirigía a Louis sin rencor.
Louis le sacó la lengua a Harry en respuesta a su comentario y sonrió.
-Yo estoy de acuerdo con Harry. -dijo Zayn.
-Y ya somos tres. -añadió Liam.
Louis se hizo el indignado, y le dio un lametón a su helado de lacayitos.
-Yo estoy con Louis. -dijo Niall.
-Pero eso no vale. -empezó a decir Harry. -Niall se lo come todo.
Todos nos reímos un momento, después me miraron con cara de esperar algo.
-¿Qué? -pregunté.
-Solo faltas tú por opinar. -Me dijo Zayn.
-Ah, yo...yo estoy con vosotros chicos. -Les dije a Harry, Zayn y Liam.
-¡Já, ganamos! -gritó Harry y levantó la mano para que la chocara. Se la choqué y me reí. Louis y Niall nos sacaron la lengua, pero luego se rieron también.
A las 21:00 llegamos al internado, justo media hora antes del toque de queda.
Fuimos al comedor y comimos rápidamente el menú que había preparado la cocinera, la señora Grint.
Me despedí de los chicos, que se fueron en seguida a las habitaciones, menos Louis que se quedó cinco minutos conmigo abrazándome y charlando a solas.
-Bueno, nos tenemos que ir, te recojo mañana en tu habitación. -Me dijo Louis mientras subía las escaleras.
-¡Buenas noches, Lou, te quiero! -le grité.
Llegué a mi habitación y me cambié de ropa en silencio, Allyson ya estaba dormida. Me tiré en la cama y me quedé durmiendo en cuestión de segundos, mejor, porque mañana tendría que asistir al primer día de clase oficial.

viernes, 23 de noviembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPITULO 8



Ella seguía sosteniendo su cabeza en mi hombro, aproveché para apoyar la mía en la suya. Y me tomé unos segundos para responder a su pregunta.
-Era Sally Mathew, mi ex novia, la que me perseguía cuando entre en tu casa.
Ella quitó su cabeza de mi hombro para mirarme y sonrió.
-Que chunga es. -dijo.
Solté una carcajada. -Ni que lo digas. -contesté. -Sally y yo estábamos juntos en karate cuando empezamos a salir -dije.

Ana me miraba sorprendida. De esa mirada me esperaba cualquier cosa. Que me preguntara porque habíamos roto, porque Sally y yo nos odiábamos, porque ella me perseguía el día que me colé en su casa... Pero no, Ana era especial, no se interesaba en cosas del pasado. "Agua pasada no mueve molinos" me dijo en una ocasión. Y yo estaba al cien por cien de acuerdo con ella. Tampoco le interesaban los chismes, ni cotillear, ella intentaba sacarle siempre el lado positivo y divertido a las situaciones.

-¿Harry Styles haciendo karate? -soltó una carcajada. -Me gustaría haber estado para verlo.
No pude evitar reírme. Mi imagen de hace dos años siendo golpeado patéticamente una y otra vez, me vino a la memoria.
-No te rías. -Dije dándole con el puño en el hombro. -Era realmente bueno. -Mentí.
-¿En serio? -Paró de reírse en seco y me hizo esta pregunta sorprendida, se había tragado mi mentira.
-No, la verdad es que era un palo.
Ambos echamos a reír. No recuerdo un momento tan feliz como ese. Ella siendo ella, natural, como siempre y yo siendo realmente yo, sin presiones ni malos rollos. Me quedaría allí bromeando con ella todo el día, pero habíamos quedado a las 12 y el reloj corría en mi contra.
Me levanté y le tendí las manos para ayudarla a que se levantara. Cogió mis manos y tiré de ella un poco más fuerte de lo necesario, para que al levantarse, la fuerza la tirara en mi brazos. Nos quedamos así unos segundos y fuimos a reunirnos con los demás chicos. Louis nos hacía señas sentado en la escalera de la residencia de chicos. A su lado estaban sentados Liam, Zayn y Niall, que también nos saludaban con la mano. Ana y yo les devolvimos el saludo y antes de entrar al edificio, Ana se giró y me dijo:
-Tenemos que contarle a Louis lo del beso.
-Está bien. -Suspiré. -Se lo cuento yo, fui yo quien empezó.
Ana me asintió con la cabeza y se dirigió hacia Louis, que se levantó y le dio la bienvenida con un beso, envolviéndola en sus brazos durante un largo rato. Como desearía ser él.
-Agg, parad ya tortolitos.
Allyson, la amiga de Ana acababa de llegar. No pude evitar reírme quizás demasiado alto con ese comentario. Ana me miró y señaló con los ojos a Louis. Era el momento de decir la verdad.
-Oye Louis... Tengo que decirte algo, a solas. -Dije, y señale la puerta que daba a la calle. Salí por ella y Louis me siguió. Cuando estuve seguro de que nadie me escuchaba, le conté a Louis todo lo ocurrido. Y se marchó, sin decirme nada, ni una palabra, ni un gesto de enfado. Nada que me hiciera saber si estaba enfadado, o me había perdonado.

«NARRA ANA»

Cuando entre por la puerta, Louis vino corriendo a darme un beso y abrazarme. Llevábamos un rato pegados cuando Ally nos interrumpió con uno de sus comentarios.
Harry se rió muy demasiado alto, lo que me recordó que era él quién tenía que contarle a Louis lo ocurrido.
Le hice una señal a Harry y este se llevó a Louis para hablarle a solas.
Pasaron siete minutos eternos.
Louis entró por la puerta un poco afligido pero no enfadado, al menos no aparentemente y se fue a su habitación. Harry entró tras él, encogiéndose de hombros, estaba tan confuso como yo. Me acerqué a él.
-¿Que ha pasado Harry? -susurré.
-Nada, se lo conté y se fue sin decir nada. -Me contestó.
Me quedé mirando a la escalera por dónde Louis se había ido, no sabía que significaba ese silencio, pero me esperaba lo peor.
-Chicos, ¿por qué no os vais vosotros? -les dije a Niall, Zayn, Liam, Ally y Harry. -Yo tengo que hablar con Louis.
Harry me miró tristemente, pero se marchó con los demás. Yo subí las escaleras de la residencia de chicos a toda mecha y toqué varias veces en la puerta de Louis. Tras unos segundos, la puerta se abrió y Louis apareció tras ella. Nos quedamos los dos callados unos momentos.
-Bueno, pasa dentro. -Dijo Louis dejándome hueco para pasar.
Entré y me senté en una de las camas.
-Tenemos que hablar. -Me dijo. -¿Te acuerdas del día que nos conocimos?
Asentí con la cabeza.
-Vale. -Dijo. -Intenta recordar lo que te dije cuando me despedí.
Me concentré en ese primer día y reviví cada palabra que tuvimos, hasta que encontré la respuesta que Louis quería que recordara.

viernes, 16 de noviembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPITULO 7



[Narra Ana]
Llegué a mi habitación y me eché en la cama. Traté de no pensar en Harry, y en la mirada de odio que me había lanzado, pero me era imposible. Tenía cada gesto suyo grabado en la memoria, repitiéndose una y otra vez hasta que no pude soportarlo mas. Le dije a Allyson que iba a hablar sobre mi beca a secretaría, esa era una mentira convincente.
Saqué el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y envié un mensaje a Harry. Esperaba que lo leyera y decidiera venir a hablar conmigo. Bajé corriendo las escaleras de la residencia de las chicas y busqué el banco que estaba colocado en el jardín del edificio, justo en frente de la puerta de salida.
Miré la hora en el móvil, llevaba cinco minutos sentada cuando Harry apareció por la puerta. Inmediatamente me puse en pie y ambos nos quedamos paralizados. Los ojos se me llenaron de lágrimas al verlo, quería correr a abrazarle y después salir a pasear y charlar alegremente, como amigos, igual que los primeros días.
Harry comenzó a andar hacia mí.
-Eh...¿Sobre qué querías.. -empezó a decir.
No lo dejé terminar, un impulso desconocido para mí hizo que corriera hacia ese chico y lo enterrara entre mis brazos, para que no escapase nunca.
Empecé a sollozar su nombre sin darme cuenta de que lo hacía.
Tras unos momentos, una sensación cálida me recorrió entera.
Harry estaba pasando sus manos por mi espalda una y otra vez. Tenía sus labios apoyado en mi pelo, y el aire que expulsaba al expirar me hacía cosquillas. Sollocé de nuevo.
-¿Piensas que te odio?
La pregunta de Harry fue clara y directa y no supe cómo responderle.
-Porque si de verdad piensas eso, estas equivocada. -siguió. -Porque me gustas desde el día que te conocí, y nada hará que deje de quererte.
Aquellas palabras de Harry supusieron un alivio tremendo para mí, me quería, y de algún modo, yo también le quería a él. Lo abracé lo más fuerte que pude y llevé una de mis manos a su pelo rizado. Era suave, sus rizos se deslizaban entre mis dedos y podía sentir el cuerpo de Harry encajado en el mío, más relajado de lo que nunca antes había sentido.
Alcé mi cabeza para mirar a Harry, las lágrimas seguían cayendo de mi cara, pero eran de felicidad. Sentía que ya estaba todo arreglado, que las cosas entre Harry y yo regresarían a su sitio y volveríamos a ser felices.

[Narra Harry]
Ella alzó la cabeza para mirarme, ríos de lágrimas recorrían sus mejillas. Me dolía verla así, creo que eran lágrimas de felicidad, pero en algún momento fueron de dolor. Aun llorando era hermosa, las lagrimas hacia que sus ojos azules brillasen con más intensidad. Quité una de mis manos de su espalda y la lleve a su cara para secarle las lágrimas. En el momento en que mi piel rozo con lo suya un escalofrío me recorrió de una punta a otra de mi cuerpo, y no pude resistir el impulso. Me apreté mas contra ella valiéndome de la mano que todavía tenía colocada en su cintura, mientras pasaba la otra detrás de su cabeza para que no pudiera escaparse, entonces en cuestión de milésimas de segundo, mis labios estaban apretados contra los suyos. Ella se sentía como una parte más de mi cuerpo, no se movía pero no intentaba separarse de mí. Me pregunte cuanto duraría este momento y si ella se enfadaría después conmigo. Disfruté del sabor de sus labios y de su textura. La tuve que obligar suavemente para que entre abriera la boca. Cuando lo hizo, encajé nuestras mandíbulas y fui besando alternativamente el labio superior y el inferior. Sentí sus brazos, que se agarraban con fuerza en mi cuello, y esta vez, fue ella la que presionó sus labios con los míos. Había conseguido que se implicara en el beso. Todo lo que sucediera después merecería la pena. Era una de las sensaciones más maravillosas del mundo, y ahora que Ana estaba poniendo de su parte, podría durar todo lo que quisiéramos.
Esa sensación de mariposas en el estómago, nunca creí en ella. Pero era real.
Trasladé mis brazos hasta la parte baja de su espalda, y la apreté contra mí obligando a nuestros cuerpos a estar completamente juntos, cerré los ojos y me preparé para besarla de nuevo. Esperaba sentir sus labios de nuevo, pero no sucedió. Se separó bruscamente de mí, o eso pensé durante un segundo, porque cuando abrí los ojos la vi tirada en el suelo, con la nariz y la boca sangrando. De pie, a su lado, con el puño lleno de la sangre de la chica a la que amaba, la persona que más problemas me había causado en la vida y a la que mas odiaba sin duda.
-¿Que has hecho? -grité enfadado, más de lo que nunca había estado. -¿Es que naciste así de imbécil o te enseñaron a serlo?
Escupí cada palabra con la intención de destruir a la persona que tenía delante, pero permanecía de pie, inmóvil, con una sonrisa engreída dibujada en la cara.
-Oh, ¿te molesta que la toque, Styles? -dijo agarrando a Ana de la muñeca y levantándola bruscamente del suelo.
Sentí ganas de hundir mi puño en el estomago de esa ¿persona? No, ni eso, más bien animal, esa era la palabra.
-Me molesta que existas. -Solté
Tenia agarrada a Ana, marcando mis movimientos, si me acercaba demasiado, la volvería a hacer daño.
-Que pena, ricitos. -Me dijo. -El hecho es, que existo y mientras lo haga, te hare la vida imposible.
Dicho eso, retorció la muñeca de Ana, que grito de dolor, lo que alarmo al jardinero, un hombre anciano pero fuerte que trabajaba para el instituto desde que era joven y que vino a mirar lo que ocurría.
-Parece que tu novia se va a librar. -dijo, y empujo bruscamente a Ana hacia delante, con la intención clara de tirarla al suelo, pero yo llegué antes y la sostuve. La enterré entre mis brazos y la bese en el pelo calmándola.
-Ya nos volveremos a ver. -me amenazó mientras se iba corriendo y se perdía tras los setos de la cancela de salida.

Sorprendentemente, Ana no lloraba, saque pañuelos de mi bolsillo y le limpie la sangre de la nariz y la boca.
Debía dolerle ya que la tenía algo hinchada pero no se quejó. Era una chica fuerte, otra razón de más para quererla.
Cuando fui a limpiar por última vez sus labios, sentí el impulso de volver a besarla y sin siquiera habérselo ordenado a mi cerebro mis labios volvieron a presionarse con los suyos durante unos segundos.
Esta vez se apartó de mí.
-No somos novios, Harry. -me dijo tratando de sonar suave.
Suspiré.
-Lo sé. No debería haberte besado, no pude controlarme.
Ella paso una mano por mi cara y puso mi pelo tras la oreja.
-No te culpes, también yo te bese.
Me sonrió. Ah, su sonrisa. La octava maravilla del mundo. Capaz de iluminar un día nublado con lluvia.
Le devolví la sonrisa.
-Solo espero que te haya gustado. -dije, fingiendo un tono casual.
Ella se rio, y apoyo su cabeza en mi hombro.
-Me ha encantado. -dijo.
Se quedo callada observando cómo trabajaba el jardinero, que había vuelto a su trabajo. Al rato pregunto:
-¿Quién era, Harry?

viernes, 9 de noviembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPÍTULO 6


Un Louis optimista, bajaba a saltos las escaleras por delante de mí y de Ally.
Cuando solo quedaban tres escalones para el primero piso saltó y cayó al suelo de pie, flexionando las rodillas.
Entre tanto, yo había puesto al día a Allyson con lo que ocurría con Harry.
Nos reunimos con Louis al pie de las escaleras, justo frente al rellano que separaba la residencia de chicos y chicas. Nos acercamos a un pequeño tablón de anuncios donde estaban las listas.
-Y ese Harry... -comenzó a decir Ally. -¿Esta libre para mí?
Le pegué en el hombro con los nudillos.
-Hey, no líes mas las cosas. -le dije riéndome.
-Sabes que era broma. -me dijo.
 
-¡Chicas! -nos llamó Louis. -¡Adivinad que! -dijo señalando las listas.
-¡No lo puedo creer! -Dijo Allyson, estamos juntos.
-¡Sera genial! -chillé emocionada.
Mi vida mejoraba por momentos, Louis, mi mejor amiga y yo, juntos en la misma clase. Pero hay quien dice, que la felicidad completa no existe, que siempre hay algo que amarga el momento. Y en mi caso, ese algo era más bien alguien.
-¿Que será genial? -preguntó una voz grave pero suave. La primera voz que escuché al llegar a Londres. Harry caminaba hacia nosotros bajando por la escalera de la residencia de chicos. Zayn le acompañaba.
Busqué la mejor manera de contestarle pero Louis se adelantó y contestó antes de que yo lo hiciera:
-Estoy en la misma clase que Ana y Ally. -dijo tranquilamente, mirando a Harry directo a los ojos. -Niall también a caído con nosotros.
Harry pasaba su mirada de Louis a mí, y de mí a Ally y volvía a pasarla a Louis.
-Genial. -dijo Harry arrastrando las letras.
Se hizo un silencio mortal, y la tensión del ambiente crecía con cada espiración e inspiración.
-¿En qué clase has caído tu? -pregunte rápidamente, tratando de calmar la tensión del ambiente.
Harry se quedó mirándome fijamente y entrecerró un poco los ojos. Ojala no fuera verdad y yo me equivocara, pero creo que esa mirada iba cargada de odio. Harry, la primera persona a la que conocí, al que consideraba mi amigo, el chico al que yo le gustaba, el amigo de Louis, seguramente me odiaba.
-Harry está conmigo y con Liam en bachiller de sociales. -Dijo Zayn al ver que Harry no contestaba.
Esta vez, fue Zayn el que intentó quitarle tensión al ambiente.
-Tenemos el resto del día libre, ¿Por qué no salimos?
Todos estuvimos de acuerdo con Zayn, dar una vuelta nos ayudaría a todos, y así yo tendría la oportunidad de aliviar las tensiones con Harry. Después de discutir sobre la hora, acordamos en reunirnos a las 12am en ese mismo rellano. Harry y Zayn se fueron a avisar a Liam y Niall, que no habían ido a ver las listas, Louis se despidió de mí y fue a comer algo, mientras Ally y yo volvimos a nuestra habitación a pasar el rato.

«NARRA HARRY»
Zayn me obligó a levantarme de la cama, me hubiera pasado todo el día echado, pero se moría por ver las listas.
Salimos de la habitación, recorrimos el largo pasillo y comenzamos a bajar las escaleras.
-¡Será genial! -Una voz suave llenó mis oídos. La reconocí al instante. Aceleré mi paso para poder verla, a la dueña de esa voz, a Ana. Un pinchazo de dolor me atravesó el pecho. A ella le gustaba Louis, lo sé, el propio Louis me lo dijo. Verla solo supondría más dolor, pero ¿a quién engaño? Yo necesitaba ese dolor.
-¿Que será genial? -Pregunté.
En el momento en que lo dije Ana giró su cabeza y nuestras miradas se encontraron. Intentó sonreírme pero le salió una mueca. Ojala hubiera estado sola, verla sola no me haría tanto daño. Pero no, una chica la acompañaba, y Louis, ese estúpido, ¿Es que no se iba a despegar ni un momento de ella? Se adelantó para contestar a mi pregunta antes de que ella lo hiciera.
-Estoy en la misma clase que Ana y Ally. Niall también a caído con nosotros.
Lo sabía, ¿qué otra cosa podría ser?
-Genial. -dije arrastrando la palabra.
Todos nos quedamos callados unos momentos.
-¿En qué clase estas tú? -Me preguntó Ana.
El hecho de que me hablara me encantaba. Quise correr y abrazarla, llenarla la cara de besos, acariciar su pelo... Pero me quedé allí plantado, mirándola, deseando poder transmitirle con la mirada lo mucho que la quería y a la vez, lo mucho que la odiaba.
-Harry está conmigo y con Liam en bachiller de sociales. -Dijo Zayn al ver que yo no contestaba.
De nuevo, el ambiente se tensó. Nadie dijo nada y yo, al menos, no tenía nada que decir.
-Tenemos el resto del día libre, ¿Por qué no salimos?
Todos estuvieron de acuerdo con Zayn, después de unos cinco minutos discutiendo sobre la hora, cinco minutos en los que pude disfrutar de la voz, los gestos y la sonrisa de Ana, quedaros en reunirse a las 12 de la mañana en el mismo rellano, yo personalmente, no tenía ganas de salir, pero haría cualquier cosa, con tal de no dejar a esa parejita a solas. ¿Acaso no le dije que ella me gustaba? Yo la vi primero, no tiene derecho a quitármela así. Zayn tuvo que hacer gestos con la mano frente a mi cara para que le prestara atención. Me indicó que le siguiera, ni siquiera pude despedirme de Ana, Louis, como no, estaba abrazándola. Antes de que me diera cuenta, estábamos en la habitación de Liam. Zayn le dijo que estaba en nuestra clase, y que habíamos quedado a las 12. Yo me eché en su cama, no tenía ganas de salir, ni de comer, ni siquiera quería estar despierto, ni en compañía, así que me levanté, me despedí de Liam y Zayn y me fui a mi habitación.
Me tumbé en la cama, mirando al techo. Era alto, blanco y totalmente liso, al igual que todas las paredes de la residencia, a excepción de la entrada, que tenía un tablón de corcho, en el que se pegaban las listas y los horarios. No se cuanto tiempo pasé así, supongo que unos quince minutos, habría seguido mirando al techo indefinidamente pero mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo seguido del tono de alarma de mensajes.
 
Me incorporé lentamente y me recosté contra el cabecero de la cama, y saque el teléfono esperando el habitual mensaje de promoción. Pero fallé, ese número me era conocido. Respiré hondo y me preparé para leerlo.