– ¡Oh Dios, esto es increíble! –Toda la
estación de King Cross me miraba a causa de mi grito, varias chicas inglesas se
rieron de mi "acento".
Un guardia civil se me acercó y carraspeó para
llamar mi atención.
– ¿Busca algo señorita?
Esa pregunta es el sueño de toda Potterhead, o
sea, estaba en King Cross, me lo había dejado en bandeja para que dijera lo que
siempre quise decir:
– Si oficial,
busco el andén 9 y tres cuartos.
El oficial de policía me echó una mirada entre
cansada y enfadada. Trató de contenerse un momento, pero finalmente explotó.
Comenzó a reñirme por gritar y armar jaleo en sitios públicos, por la broma del
andén nueve y tres cuartos, ya estaba cansado de ella, también dijo que King
Cross estaba lleno de Potterheads imbéciles como yo y bla bla bla bla bla.
Mientras me regalaba observé que un chico de
pelo castaño y ojos azules nos escuchaba atento, sonriendo divertido. Llevaba
una camiseta a rayas blancas y azules y un pantalón rojo del que caían
graciosamente unos tirantes. Durante un momento nuestras miradas se encontraron
y el puso los ojos en blanco, como diciéndome que aguantara como pudiera la
charla del policía. Yo le sonreí
tímidamente.
– ¿Te queda claro o no? –El oficial tuvo que
chasquear los dedos frente a mis ojos para que volviera a prestarle atención.
– Eh…sí señor. No lo volveré a hacer. –contesté
enseguida.
El policía se dio la vuelta para seguir vigilando
que no hubiera ningún altercado en la estación.
– ¡Bú! –Gritó el chico de la camiseta de rayas
detrás de mí. – ¿Andén 9 y tres cuartos, me equivoco?
Me reí y negué con la cabeza. –Yo también pregunté por él el primer día que
vine aquí. Por cierto, soy Louis.
–Yo Ana, encantada. –dije estrechándole la
mano.
–Es un muggle, no nos comprende. –Dijo Louis
refiriéndose al oficial.
Solté una carcajada enorme, lo que hizo que
Louis me mirara fijamente con los ojos muy abiertos y sonriéndome. Yo por mi parte
no lo podía creer, solo había pasado dos días en Londres. El primer día se me
cuela un chico en casa y el segundo lo empiezo bromeando sobre muggles con
Louis en King Cross.
–Vaya… –Comenté fingiendo decepción.
– ¿Qué pasa? –Preguntó Louis.
–Nada, solo que acabamos de perder el expreso
de Howgarts.
Ambos nos echamos a reír con mi comentario.
-¿Quieres una? -Me preguntó Louis sacando una
zanahoria de la bolsa que llevaba.
-No gracias, crudas no me van.
Al negarle la zanahoria Louis quedó un poco apenado, pero segundos más tarde se dibujó una sonrisa en su cara.
-¿Quieres probar mi exquisita receta de helado de zanahoria? -Me preguntó.
-¿Helado de zanahoria? No sé si me va a gustar.
-Seguro que te gusta. Vamos ven.
-No gracias, crudas no me van.
Al negarle la zanahoria Louis quedó un poco apenado, pero segundos más tarde se dibujó una sonrisa en su cara.
-¿Quieres probar mi exquisita receta de helado de zanahoria? -Me preguntó.
-¿Helado de zanahoria? No sé si me va a gustar.
-Seguro que te gusta. Vamos ven.
Una sonrisa pícara se dibujo en su cara, acto
seguido me cogió de la mano y
echó a correr por la estación hasta que llegamos al exterior. No hacía muy buen
tiempo en Londres, había una niebla muy espesa ese día y hacía un poco de frio.
Me guió por las calles de Londres hasta que llegamos a un bloque de pisos de alto standing. Entramos al portal y Louis me hizo entrar en su piso, que era un bajo bastante amplio con jardín.
Me guió por las calles de Londres hasta que llegamos a un bloque de pisos de alto standing. Entramos al portal y Louis me hizo entrar en su piso, que era un bajo bastante amplio con jardín.
-¡Ya estoy aquí! -gritó nada más llegar a su
casa.
Un chico moreno, alto, y con una mecha rubia le salió al paso.
-Has tardado mucho, ya no nos da tiempo a hacer la comida así que hemos encargado unas pizzas. -le dijo.
Un chico moreno, alto, y con una mecha rubia le salió al paso.
-Has tardado mucho, ya no nos da tiempo a hacer la comida así que hemos encargado unas pizzas. -le dijo.
-Mejor, porque solo he comprado zanahorias.
-dijo Louis mostrando el contenido de la bolsa. El chico moreno comenzó a reírse.
-No sé por qué me extraño. –Dijo el chico. –Siempre
son zanahorias.
Louis volvió a cogerme de la mano y me llevó a
su cocina. Cuando pasé al lado del chico moreno le saludé y me presenté
rápidamente, ya que Louis seguía tirando de mi brazo.
-Hola, soy Ana.
-Hola, soy Ana.
El chico
dibujó una perfecta sonrisa en su cara.
-Yo Zayn, encantado de conocerte. -Me dijo y me estrechó la mano que tenía libre. Después de esto nos siguió a la cocina.
-Yo Zayn, encantado de conocerte. -Me dijo y me estrechó la mano que tenía libre. Después de esto nos siguió a la cocina.
Era bastante grande para tratarse de la cocina
de un piso. En mitad de la habitación había una mesa con cinco sillas colocadas
a su alrededor.
-Sentaros ahí. -Dijo Louis.
Zayn y yo obedecimos. Louis tardó alrededor de media hora en pelar las zanahorias y hacerlas puré. Mientras tanto Zayn y yo le observábamos en silencio. Cuando acabó las metió en un Tapper y las metió en el congelador, después sacó otro tapper distinto, ya preparado con antelación con un contenido naranja.
-Sentaros ahí. -Dijo Louis.
Zayn y yo obedecimos. Louis tardó alrededor de media hora en pelar las zanahorias y hacerlas puré. Mientras tanto Zayn y yo le observábamos en silencio. Cuando acabó las metió en un Tapper y las metió en el congelador, después sacó otro tapper distinto, ya preparado con antelación con un contenido naranja.
Helado de Zanahorias, la primera vez que veía
esa comida y la verdad es que no tenía muy buena pinta.
Mirando el contenido del tapper, las palabras
que dijo ayer Harry vinieron a mi mente. «Deberías conocer a mi amigo Louis,
está loco, seguro que te hace probar su helado de zanahorias»
¿Será este chico que tengo delante amigo de Harry? Todo me indicaba que sí, se llamaba Louis y bueno, el helado lo delataba.
¿Será este chico que tengo delante amigo de Harry? Todo me indicaba que sí, se llamaba Louis y bueno, el helado lo delataba.
-Louis…
-comencé a decir. -¿Por casualidad no conoces a un chico que se llama
Harry?
Louis y Zayn se miraron unos segundos y empezaron a reírse.
-Si, si es nuestro amigo. Ahora, pruébalo. -Me dijo Louis ofreciéndome el tapper y una cucharilla.
Vi a Zayn por el rabillo de ojo lanzándome miradas de advertencia. Las ignoré, no quería desilusionar a Louis. Era muy simpático y gracioso además de muy guapo. Hundí la cuchara en el helado de Louis y me la llevé a la boca mientras Louis miraba expectante.
Estoy segura de que pude disimular bien la mueca que se formó en mi cara al probar el helado, pero aun así Zayn comenzó a reírse bajito.
Louis y Zayn se miraron unos segundos y empezaron a reírse.
-Si, si es nuestro amigo. Ahora, pruébalo. -Me dijo Louis ofreciéndome el tapper y una cucharilla.
Vi a Zayn por el rabillo de ojo lanzándome miradas de advertencia. Las ignoré, no quería desilusionar a Louis. Era muy simpático y gracioso además de muy guapo. Hundí la cuchara en el helado de Louis y me la llevé a la boca mientras Louis miraba expectante.
Estoy segura de que pude disimular bien la mueca que se formó en mi cara al probar el helado, pero aun así Zayn comenzó a reírse bajito.
-¿Esta bueno? -Me preguntó Louis
-Si, si, riquísimo. -Mentí.
No soy buena mentirosa. Nunca lo he sido. Cuando miento, cambio la entonación de mi voz, mis gestos y siempre me sale una sonrisa que me delata. Y Louis se dio cuenta.
-No te gusta, ¿verdad? -dijo apenado.
-No... -le contesté con un hilo de voz. -Esto... Louis, no te desanimes, la verdad es que nunca me han gustado las zanahorias. -Traté de consolarlo.
-Si, si, riquísimo. -Mentí.
No soy buena mentirosa. Nunca lo he sido. Cuando miento, cambio la entonación de mi voz, mis gestos y siempre me sale una sonrisa que me delata. Y Louis se dio cuenta.
-No te gusta, ¿verdad? -dijo apenado.
-No... -le contesté con un hilo de voz. -Esto... Louis, no te desanimes, la verdad es que nunca me han gustado las zanahorias. -Traté de consolarlo.
-Déjale. -Me dijo Zayn. -Louis te obligará a
comerlo dentro de un tiempo, siempre lo hace. Es terco como una mula.
Esto pareció animar a Louis, y me invitó a quedarme a comer con ellos. Entre los dos pusieron tres cajas de pizzas y cuatro vasos con refrescos.
Justo al empezar a comer, apareció otro chico, este era alto, de pelo y ojos castaños.
-¡Hey, ¿no iríais a comenzar sin mí, no?! -dijo haciéndose el indignado.
Se sentó en el sitio que había enfrente del mío. -Soy Liam, encantado. ¿Quién eres tú? -me preguntó
-Soy Ana. -dije pasando la mano por encima de la mesa y estrechándola.
Cuando terminamos de comer, Zayn y Liam se quedaron recogiendo la mesa.
Esto pareció animar a Louis, y me invitó a quedarme a comer con ellos. Entre los dos pusieron tres cajas de pizzas y cuatro vasos con refrescos.
Justo al empezar a comer, apareció otro chico, este era alto, de pelo y ojos castaños.
-¡Hey, ¿no iríais a comenzar sin mí, no?! -dijo haciéndose el indignado.
Se sentó en el sitio que había enfrente del mío. -Soy Liam, encantado. ¿Quién eres tú? -me preguntó
-Soy Ana. -dije pasando la mano por encima de la mesa y estrechándola.
Cuando terminamos de comer, Zayn y Liam se quedaron recogiendo la mesa.
Louis dijo que iría a dar un paseo conmigo pero
no, su idea de paseo era muy distinta a la mía.
Otra vez me encontraba corriendo por Londres de la mano de Louis, hasta ahora no me había fijado en su sonrisa, blanca, perfecta e inocente. Como la de un adolescente que quiere seguir siendo niño. No me fijé hacia donde me llevaba hasta que divisé al policía de esta mañana. Louis frenó de repente, lo que hizo que yo me estampara contra su espalda. El se burló de mí y de mi torpeza, pero luego se calmó y con sus dos manos cogió las mías.
Otra vez me encontraba corriendo por Londres de la mano de Louis, hasta ahora no me había fijado en su sonrisa, blanca, perfecta e inocente. Como la de un adolescente que quiere seguir siendo niño. No me fijé hacia donde me llevaba hasta que divisé al policía de esta mañana. Louis frenó de repente, lo que hizo que yo me estampara contra su espalda. El se burló de mí y de mi torpeza, pero luego se calmó y con sus dos manos cogió las mías.
-Pensé que sería bonito despedirme de ti en el
mismo sitio donde te encontré.
Louis soltó mis manos y se apoyó en el muro que separaba el andén 9 del 10. Yo hice lo mismo.
-Eres genial, ¿sabes? -continuó diciendo.
Louis soltó mis manos y se apoyó en el muro que separaba el andén 9 del 10. Yo hice lo mismo.
-Eres genial, ¿sabes? -continuó diciendo.
Se apartó de la pared y se colocó frente a mí,
de manera que yo quede entre él y la pared. No
sabía que contestarle, sentía que me ardían las mejillas y el corazón se me
aceleraba cada vez que Louis se acercaba un poco más a mí. Pasó uno de
sus brazos por detrás de mi cintura, y el otro por detrás de mi cabeza. Yo por
mi parte, puse mis brazos sobre sus hombros, acercándome cada vez más a él, y
él más a mí. Tenía sus labios a dos centímetros de los míos, sentía el aliento
de Louis sobre el mío y entonces cerré los ojos y me besó.
Fue tierno, mientras me besaba me iba
acariciando el filo de la cara con una de sus manos.
No sé si Louis tenía pensado parar en algún momento, pero el oficial sí que lo pensaba porque se acercó a nosotros y nos dio un toquecito en los hombros.
Nos separamos rápidamente. Yo supuse que tenía la cara roja como un tomate.
-Este no es sitio, caballero. -Le dijo a Louis. -Y usted, -Esta vez se refirió a mi. - Ya van dos veces hoy.
Se alejó de nosotros, satisfecho de sí mismo por habernos interrumpido y fastidiado tan claramente. Cuando estuvo a cierta distancia, Louis volvió a girarse hacía mí.
-Tengo que irme ya, he quedado con un amigo. -dijo.
-¿Ese amigo es Harry? -pregunté.
-Si -contesto con un deje de tristeza en su voz. -Y le gustas mucho, no me perdonaría si yo saliera contigo -me dijo.
Volvió a inclinar su cabeza con la mía y me dio otro beso, esta vez muy corto.
-Por lo que pudo haber sido, y no fue. -dijo apenado.
Tras decir esto se marchó corriendo de la estación, le seguí con la vista hasta que se perdió entre la muchedumbre de turistas que visitaba esta parte de Londres.
No sé si Louis tenía pensado parar en algún momento, pero el oficial sí que lo pensaba porque se acercó a nosotros y nos dio un toquecito en los hombros.
Nos separamos rápidamente. Yo supuse que tenía la cara roja como un tomate.
-Este no es sitio, caballero. -Le dijo a Louis. -Y usted, -Esta vez se refirió a mi. - Ya van dos veces hoy.
Se alejó de nosotros, satisfecho de sí mismo por habernos interrumpido y fastidiado tan claramente. Cuando estuvo a cierta distancia, Louis volvió a girarse hacía mí.
-Tengo que irme ya, he quedado con un amigo. -dijo.
-¿Ese amigo es Harry? -pregunté.
-Si -contesto con un deje de tristeza en su voz. -Y le gustas mucho, no me perdonaría si yo saliera contigo -me dijo.
Volvió a inclinar su cabeza con la mía y me dio otro beso, esta vez muy corto.
-Por lo que pudo haber sido, y no fue. -dijo apenado.
Tras decir esto se marchó corriendo de la estación, le seguí con la vista hasta que se perdió entre la muchedumbre de turistas que visitaba esta parte de Londres.
Ana bonita, que le ha pasado a tu cuenta de tuenti??
ResponderEliminarPues me la quitaron D: Aunque me hize otra, ya lo sabes :3
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ Que tarde contesto :P No se como ver los comentario xdd