viernes, 16 de noviembre de 2012

DARE TO DREAM - CAPITULO 7



[Narra Ana]
Llegué a mi habitación y me eché en la cama. Traté de no pensar en Harry, y en la mirada de odio que me había lanzado, pero me era imposible. Tenía cada gesto suyo grabado en la memoria, repitiéndose una y otra vez hasta que no pude soportarlo mas. Le dije a Allyson que iba a hablar sobre mi beca a secretaría, esa era una mentira convincente.
Saqué el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y envié un mensaje a Harry. Esperaba que lo leyera y decidiera venir a hablar conmigo. Bajé corriendo las escaleras de la residencia de las chicas y busqué el banco que estaba colocado en el jardín del edificio, justo en frente de la puerta de salida.
Miré la hora en el móvil, llevaba cinco minutos sentada cuando Harry apareció por la puerta. Inmediatamente me puse en pie y ambos nos quedamos paralizados. Los ojos se me llenaron de lágrimas al verlo, quería correr a abrazarle y después salir a pasear y charlar alegremente, como amigos, igual que los primeros días.
Harry comenzó a andar hacia mí.
-Eh...¿Sobre qué querías.. -empezó a decir.
No lo dejé terminar, un impulso desconocido para mí hizo que corriera hacia ese chico y lo enterrara entre mis brazos, para que no escapase nunca.
Empecé a sollozar su nombre sin darme cuenta de que lo hacía.
Tras unos momentos, una sensación cálida me recorrió entera.
Harry estaba pasando sus manos por mi espalda una y otra vez. Tenía sus labios apoyado en mi pelo, y el aire que expulsaba al expirar me hacía cosquillas. Sollocé de nuevo.
-¿Piensas que te odio?
La pregunta de Harry fue clara y directa y no supe cómo responderle.
-Porque si de verdad piensas eso, estas equivocada. -siguió. -Porque me gustas desde el día que te conocí, y nada hará que deje de quererte.
Aquellas palabras de Harry supusieron un alivio tremendo para mí, me quería, y de algún modo, yo también le quería a él. Lo abracé lo más fuerte que pude y llevé una de mis manos a su pelo rizado. Era suave, sus rizos se deslizaban entre mis dedos y podía sentir el cuerpo de Harry encajado en el mío, más relajado de lo que nunca antes había sentido.
Alcé mi cabeza para mirar a Harry, las lágrimas seguían cayendo de mi cara, pero eran de felicidad. Sentía que ya estaba todo arreglado, que las cosas entre Harry y yo regresarían a su sitio y volveríamos a ser felices.

[Narra Harry]
Ella alzó la cabeza para mirarme, ríos de lágrimas recorrían sus mejillas. Me dolía verla así, creo que eran lágrimas de felicidad, pero en algún momento fueron de dolor. Aun llorando era hermosa, las lagrimas hacia que sus ojos azules brillasen con más intensidad. Quité una de mis manos de su espalda y la lleve a su cara para secarle las lágrimas. En el momento en que mi piel rozo con lo suya un escalofrío me recorrió de una punta a otra de mi cuerpo, y no pude resistir el impulso. Me apreté mas contra ella valiéndome de la mano que todavía tenía colocada en su cintura, mientras pasaba la otra detrás de su cabeza para que no pudiera escaparse, entonces en cuestión de milésimas de segundo, mis labios estaban apretados contra los suyos. Ella se sentía como una parte más de mi cuerpo, no se movía pero no intentaba separarse de mí. Me pregunte cuanto duraría este momento y si ella se enfadaría después conmigo. Disfruté del sabor de sus labios y de su textura. La tuve que obligar suavemente para que entre abriera la boca. Cuando lo hizo, encajé nuestras mandíbulas y fui besando alternativamente el labio superior y el inferior. Sentí sus brazos, que se agarraban con fuerza en mi cuello, y esta vez, fue ella la que presionó sus labios con los míos. Había conseguido que se implicara en el beso. Todo lo que sucediera después merecería la pena. Era una de las sensaciones más maravillosas del mundo, y ahora que Ana estaba poniendo de su parte, podría durar todo lo que quisiéramos.
Esa sensación de mariposas en el estómago, nunca creí en ella. Pero era real.
Trasladé mis brazos hasta la parte baja de su espalda, y la apreté contra mí obligando a nuestros cuerpos a estar completamente juntos, cerré los ojos y me preparé para besarla de nuevo. Esperaba sentir sus labios de nuevo, pero no sucedió. Se separó bruscamente de mí, o eso pensé durante un segundo, porque cuando abrí los ojos la vi tirada en el suelo, con la nariz y la boca sangrando. De pie, a su lado, con el puño lleno de la sangre de la chica a la que amaba, la persona que más problemas me había causado en la vida y a la que mas odiaba sin duda.
-¿Que has hecho? -grité enfadado, más de lo que nunca había estado. -¿Es que naciste así de imbécil o te enseñaron a serlo?
Escupí cada palabra con la intención de destruir a la persona que tenía delante, pero permanecía de pie, inmóvil, con una sonrisa engreída dibujada en la cara.
-Oh, ¿te molesta que la toque, Styles? -dijo agarrando a Ana de la muñeca y levantándola bruscamente del suelo.
Sentí ganas de hundir mi puño en el estomago de esa ¿persona? No, ni eso, más bien animal, esa era la palabra.
-Me molesta que existas. -Solté
Tenia agarrada a Ana, marcando mis movimientos, si me acercaba demasiado, la volvería a hacer daño.
-Que pena, ricitos. -Me dijo. -El hecho es, que existo y mientras lo haga, te hare la vida imposible.
Dicho eso, retorció la muñeca de Ana, que grito de dolor, lo que alarmo al jardinero, un hombre anciano pero fuerte que trabajaba para el instituto desde que era joven y que vino a mirar lo que ocurría.
-Parece que tu novia se va a librar. -dijo, y empujo bruscamente a Ana hacia delante, con la intención clara de tirarla al suelo, pero yo llegué antes y la sostuve. La enterré entre mis brazos y la bese en el pelo calmándola.
-Ya nos volveremos a ver. -me amenazó mientras se iba corriendo y se perdía tras los setos de la cancela de salida.

Sorprendentemente, Ana no lloraba, saque pañuelos de mi bolsillo y le limpie la sangre de la nariz y la boca.
Debía dolerle ya que la tenía algo hinchada pero no se quejó. Era una chica fuerte, otra razón de más para quererla.
Cuando fui a limpiar por última vez sus labios, sentí el impulso de volver a besarla y sin siquiera habérselo ordenado a mi cerebro mis labios volvieron a presionarse con los suyos durante unos segundos.
Esta vez se apartó de mí.
-No somos novios, Harry. -me dijo tratando de sonar suave.
Suspiré.
-Lo sé. No debería haberte besado, no pude controlarme.
Ella paso una mano por mi cara y puso mi pelo tras la oreja.
-No te culpes, también yo te bese.
Me sonrió. Ah, su sonrisa. La octava maravilla del mundo. Capaz de iluminar un día nublado con lluvia.
Le devolví la sonrisa.
-Solo espero que te haya gustado. -dije, fingiendo un tono casual.
Ella se rio, y apoyo su cabeza en mi hombro.
-Me ha encantado. -dijo.
Se quedo callada observando cómo trabajaba el jardinero, que había vuelto a su trabajo. Al rato pregunto:
-¿Quién era, Harry?

4 comentarios:

  1. akjfhsdjkgjsfgls se besaron!!! eso si la ******* de la tia esa me las va a pagar! Es de la que estaba corriendo cuando conocio a Ana?

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  2. Ahdsfgkjghklfd muchas graciaaas ;)
    JAJAJAJAJAJA Si es esa, jajajajajaja ¿como lo has sabido?
    Aunque el capitulo siguiente me ha salido caca T.T
    Lo acabo de subir, ya te aviso por tuenti :33

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